Panellets de confinament




Inicié la andadura de este blog el 22 de septiembre de 2017 con la finalidad de conjurar demonios. Una epidemia de peste bubónica asolaba Madagascar. El menor de mis hijos se encontraba allí trabajando en su tesis doctoral, así que, ante la evidente preocupación por su situación, decidí que un blog de cocina no sólo me serviría como distracción (por entonces yo estaba ya jubilada), sino que, por ende, podría legar a mis hijos (y a quien pudiera interesar) un recetario de cocina que podría resultarles útil. Ciertamente, una vez superada la fase crítica, prodigué muy poco mis entradas. Creo que voy a tener tiempo para redimirme.
Ahora,confinada por la pandemia del coronavirus, vuelvo a retomar el blog. Y el propósito es exactamente el mismo. 
Ojalá estos tiempos de caos y dolor dejen paso muy pronto a un nuevo estadio en el que podamos disfrutar del sol en libertad.

Aunque característicos de la festividad de Todos los Santos, estos dulces, típicos de Cataluña, Valencia y Baleares, me gustan tanto que suelo hacerlos todo el año. La fuente utilizada para esta receta es el blog Misthermorecetas

Ingredientes: (unas 25 unidades)

  • 250 gr. de azúcar
  • la piel de un limón (sólo la parte amarilla, para que no amargue)
  • 300 gr. de almendras crudas peladas
  • 50 gr. de patata cocida y fría
  • 1 clara de huevo y una yema
  • 250 gr. de piñones

Preparación:

En primer lugar, hervimos la patata y reservamos, dejando que se enfríe.

En el vaso de la Thermomix pulverizamos el azúcar programando 20 segundos, velocidad progresiva 5-7-10. Añadimos la piel del limón y programamos 30 segundos, velocidad progresiva 5-7-10.

A continuación incorporamos las almendras y programamos 10 segundos a velocidad 6. Agregamos la patata ya fría y la clara de huevo, mezclamos 6 segundos a velocidad 6.

Retiramos la masa del vaso, formamos una bola con ella y la metemos en una bolsa de plástico. Se deja reposar durante un mínimo de 12 horas en el frigorífico.

Precalentamos el horno a 180º, mientras formamos las bolas de los panellets. Pegamos los piñones con cuidado, procurando que queden bien clavados y finalmente las pintamos con la yema de huevo. 
Colocamos los panellets en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y horneamos durante unos 15 minutos (dependiendo del horno), a 180º.

El resultado es espectacular. Se conservan muy bien en un bote de cristal con cierre hermético.

Descubrí recientemente (aunque se remonta a los 90 del siglo pasado) esta maravillosa conjunción de dos artistas enormes: Bugge Wesseltoft y Sidsel Endresen. He aquí uno de sus frutos: Fifty ways to leave your lover.

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